Una señora denunció que, en las cercanías de Great Village, Nueva Escocia, una ardilla se le quedó mirando fijamente cuando se disponía a disfrutar de un picnic a la vera del camino. “Era una mirada desafiante; distrajo mi atención de los panecillos que acababa de tomar con las manos para untarlos de mantequilla y mermelada de fruta estacional; felizmente, apareció un caniche y le ladró en su cara, tras lo cual la descarada emprendió veloz carrera hasta perderse en el follaje de un arce”, precisó la fémina.
La dama en cuestión aprovechó la oportunidad para comentar a CN que fue testigo de otro extraño episodio al que todavía no da crédito. Disfrutaba encantada de una escena protagonizada por dos gaticos que tomaban leche de un plato que la dueña de un bed and breaksfast les acababa de dispensar cuando aparecieron dos coyotes de la nada y espantaron a los mininos y después se espantaron ellos mismos. “Fue muy raro todo”, dijo.
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