Gata anuncia apertura de sesiones de yoga

Anticipándose a la temporada del crudo invierno que se anuncia en la Columbia Británica, Mía, una gata blanquinegra de mullido pelambre y mirada intimidante, convocó a rueda de prensa para anunciar la apertura de sus sesiones de yoga, temporada 2009-2010. “Cada aspirante deberá desbordar espíritu y disposición para la rutina de ejercicios que desplegaremos”, refirió. A continuación, y respondiendo a una interrogante de un medio newyorkino, la felina se dispuso a demostrar lo que llamó “sesión zénica (de zen, aclaró)”. Atenta al seguimiento de las cámaras, describió un arco con su cuerpo y estiró las patas hasta completar un círculo. El ejercicio es ideal para bloquear imágenes estresantes como el asomo de una ardilla por el dintel de las puertas a la hora del desayuno o, peor, dijo, el asomo de algún ciervo por el césped de los jardines. “Las jornadas garantizan total relajamiento para quien asuma con disciplina la propuesta corporal y mental”, aseguró. Al exigir un té verde al regente del local donde se desarrollaba el encuentro, trazó otro arco, esta vez, en sentido de las manijas del reloj. “Demás está decir que las sesiones se llevarán a cabo en una cabaña de madera de arce especialmente concebida para los fines propuestos, aromatizada con lavanda de las montañas rocosas y sonido de las cascadas del St Louis Lake, grabado directamente de las caídas de agua de Calgary”.
“¿Podría explicar con más detalle su referencia a los ciervos?, preguntó el enviado de Rain Times. “Me voy a limitar a decir que me llevó años de análisis superar el pastar rumiante de los referidos mamíferos en los jardines de las casas donde residí; sólo el psicoanálisis y la yoga me liberaron de esa escena que ya puedo mirar sin que nada en mí se altere”, manifestó dando por terminado el diálogo con los fablistanes.