Boxer saca de quicio a su ama
La mañana de ayer pasajeros del Metro fueron testigos de un hecho inusual: un boxer sacó de quicio a su ama tras ignorar sus órdenes. Por tres minutos –tiempo que tarda el subterráneo entre una estación y otra- el caprichoso animal logró captar la atención de los usuarios mientras hacía piruetas encima de una niña de seis años, cuya madre, una rolliza joven, ordenaba al can que se acostara en el piso sin que el mamífero diera señales de acatar la voz de mando. “De pronto, y al sentirse protagonista de la escena y al advertir las carcajadas de los pasajeros, el can, sin ton ni son, se echó en el piso y comenzó a ‘lamber el piso’”, expresó una usuaria que, sin contener la risa, se prestaba a tomar el siguiente vagón con dirección a Place Snow.
Vidrio de acuario salva a delfín de ser devorado
por un cachorro de tigre de bengala
Por un momento, los visitantes del Zoo creyeron ser testigos del amistoso encuentro entre un cachorro de tigre de bengala y un cachorro de delfín que nadaba en su océano artificial. El felino de marras posó sus anchas patas en el cristal del acuario y atrajo la mirada del juguetón cetáceo. Empleados del parque y un grupo de turistas que se encontraban en el área celebraron, en un primer momento, la inusual escena y en el momento cuando se disponían a disparar sus cámaras digitales un integrante del tour dio la voz de alarma: “Se lo quiere comer”, y huyeron despavoridos. El desconcertado delfín insistía en sus intenciones lúdicas y así fue captado por el presto ojo de nuestro fotógrafo.
Jovencito no sabe qué hacer con un oso lector
Un jovencito de la comunidad de Green Woods manifestó que no sabe qué hacer con un oso del área que lo visita “todos los días” para que le lea un cuento: “Al principio me parecía cómico, pero ya me fastidia; quiere que le lea un cuento tras otro y no me deja en paz. Es un tonto”, expresó el menor mientras mordisqueaba una manzana dorada. A ser abordado por CN para conocer su versión, el pardo reconoció su pasión por los libros: “Mi (cuento) preferido es Los tres ositos”, confesó.
La mañana de ayer pasajeros del Metro fueron testigos de un hecho inusual: un boxer sacó de quicio a su ama tras ignorar sus órdenes. Por tres minutos –tiempo que tarda el subterráneo entre una estación y otra- el caprichoso animal logró captar la atención de los usuarios mientras hacía piruetas encima de una niña de seis años, cuya madre, una rolliza joven, ordenaba al can que se acostara en el piso sin que el mamífero diera señales de acatar la voz de mando. “De pronto, y al sentirse protagonista de la escena y al advertir las carcajadas de los pasajeros, el can, sin ton ni son, se echó en el piso y comenzó a ‘lamber el piso’”, expresó una usuaria que, sin contener la risa, se prestaba a tomar el siguiente vagón con dirección a Place Snow.
Vidrio de acuario salva a delfín de ser devorado
por un cachorro de tigre de bengala
Por un momento, los visitantes del Zoo creyeron ser testigos del amistoso encuentro entre un cachorro de tigre de bengala y un cachorro de delfín que nadaba en su océano artificial. El felino de marras posó sus anchas patas en el cristal del acuario y atrajo la mirada del juguetón cetáceo. Empleados del parque y un grupo de turistas que se encontraban en el área celebraron, en un primer momento, la inusual escena y en el momento cuando se disponían a disparar sus cámaras digitales un integrante del tour dio la voz de alarma: “Se lo quiere comer”, y huyeron despavoridos. El desconcertado delfín insistía en sus intenciones lúdicas y así fue captado por el presto ojo de nuestro fotógrafo.
Jovencito no sabe qué hacer con un oso lector
Un jovencito de la comunidad de Green Woods manifestó que no sabe qué hacer con un oso del área que lo visita “todos los días” para que le lea un cuento: “Al principio me parecía cómico, pero ya me fastidia; quiere que le lea un cuento tras otro y no me deja en paz. Es un tonto”, expresó el menor mientras mordisqueaba una manzana dorada. A ser abordado por CN para conocer su versión, el pardo reconoció su pasión por los libros: “Mi (cuento) preferido es Los tres ositos”, confesó.
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